Mar
23
2011

Reseña de “El temor de un hombre sabio”, de Patrick Rothfuss



NOTA: Esta reseña NO contiene spoilers.

El temor de un hombre sabio” es una de las novelas más esperadas de los últimos tiempos. La primera parte de la trilogía, “El nombre del viento”, causó furor en todo el mundo y ha llevado a su sucesora a lo más alto de las listas de ventas tan sólo dos semanas desde su publicación.

En España, Plaza y Janés lo publicará en noviembre. Para aliviar un poco la espera, os dejo la reseña tras el salto…

El temor de un hombre sabio es un libro largo (1008 páginas en la edición de tapa dura, según Amazon). Retoma la historia de Kvothe en el mismo punto donde se quedó, incluso comenzando con el último capítulo de “El nombre del viento”.

"Un hombre sabio sólo tiene miedo a tres cosas..."

 

Empecé con algo de miedo la lectura al no haber podido releer la primera parte y sin recordar prácticamente nada de la historia. Por suerte, los primeros capítulos hacen una buena labor recopilando personajes y situaciones, ayudando al lector a volver al universo del asesino de reyes.

De hecho, pueden resultar demasiado lentos a los que tengan la historia fresca. Por este motivo, recomiendo no releer el primer libro antes de abordar el segundo.

Vuelven los amigos de Kvothe, Auri, los profesores, Denna, y su enemigo: Ambrose. Y, como no, la obsesión del asesino de reyes: su búsqueda de los Chandrian.

La historia comienza en la Universidad y permanece allí durante bastantes capítulos, hasta que da un giro y envía al protagonista a un destino lejano.

En su nueva ubicación comienza otra aventura (varias, en realidad), y Patrick Rothfuss desarrolla intensamente la creación del mito de Kvothe. Se planta el germen de las historias y las canciones, de las habilidades y aprendizaje, de forma más intensa que en “El nombre del viento“.

Aunque, de todos los “hitos” que se mencionan en su ya famosa introducción (“He robado princesas a reyes agónicos…“), sólo cumple uno en este libro y, tras 1008 páginas, queda muchísimo por contar. El tiempo apenas avanza: Kvothe está fuera de la Universidad menos de un año.

La lectura de este libro me ha producido sentimientos encontrados, con altibajos.

Sin duda, me ha gustado.

Y sin embargo, el comienzo no es muy bueno. Se repiten varias escenas del primer libro (no literalmente, pero sí en esencia) y parece que la imaginación del autor se agotó con “El nombre del viento” (por suerte no es así en absoluto). Recuerda a Harry Potter, aunque algo descafeinado. Denna tiene un papel prominente, demasiadas veces. Y el papel de Auri está duplicado casi de manera idéntica por otro personaje. No acaba de cuadrar.

El tramo final del libro también es bastante flojo. No a nivel literario, a nivel de frase o palabra. Más bien a nivel de historia. Casi parece un parche o relleno para completar el libro de forma apresurada. Deja que desear.

Sin duda, leeré el tercero en cuanto salga.

Pero dudo que con tres libros vaya a ser suficiente. El ritmo de avance del segundo libro es lento en años, y se abren nuevos frentes sin cerrar casi ninguno. Para concluir la historia del asesino de reyes, sospecho que los editores y el escritor han decidido que tendrá que alargarse a 4 tomos (al menos).

Algunos capítulos son pura magia: no puedes dejar de leer. Otros, dan la sensación de poderse purgar sin mayor impacto.

Si lees el blog de Patrick Rothfuss, sabrás que es tremendamente ingenioso y de mente rápida, y esto se nota en los diálogos, que suelen ser brillantes. Por eso sorprende que haya algunos muy descuidados (sobre todo al principio) o inverosímiles. También hay una mínima necesidad de edición a bajo nivel, con algunas palabras y expresiones repetidas en un espacio reducido. De nuevo, parece que ha habido algo de premura para sacar el libro a la luz y ha afectado (muy ligeramente) a su calidad.

Uno de los principales defectos del libro es que resulta increíble (incluso para un libro de fantasía). Ni el arcanista más poderoso puede vivir tantos riesgos y peligros y salir victorioso, aprender tanto, reaccionar de forma tan sabia e ingeniosa, y todo en tan poco tiempo. Hay momentos que sobrepasa el ridículo: es demasiado.

Y sin embargo, el libro engancha.

Pero lo peor de “El temor de un hombre sabio“, sin duda, es el “poder” del origen de Kvothe: los Edema Ruh.  Demasiado se resuelve satisfactoriamente porque Kvothe viene de una familia de trovadores, y esto le proporciona las tablas y descaro para actuar y comportarse en un escenario. No puedo poner ejemplos concretos en una reseña spoiler-free, pero te será evidente cuando leas el libro.

Sin duda, hubiera querido que durase otras 1008 páginas: cuando un libro  te está gustando, no quieres que termine. Pero para muchos (entre los que me incluyo), hubiera sustituido parte del contenido para cubrir más años de la historia.

¿Qué más puedo contar? Hay ciertas reminiscencias orientales y de la Odisea, hay un juego similar al Go,  hay escenas que podrían salir de Cyrano de Bergerac (en cuya historia el autor dice haberse inspirado para Kvothe), o de un thriller de Dan Brown, hay conceptos del Wild Seed de Butler…

Hay mucho en este libro. Y queda más por contar.

Lo mejor:

  • Los capítulos centrales, la imaginación y fuerza descriptiva y emocional que en ellos consigue el autor.
  • El nacimiento de muchas historias.
  • Queda otro libro (al menos).

Lo peor:

  • Kvothe es demasiado: demasiado poderoso, demasiado listo, demasiado valiente, demasiado ingenioso. Demasiado.
  • La justificación ubicua de los Edema Ruh.

Nota final: 7,5


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