Aug
06
2012

Reseña de Deathless, de Catherynne M. Valente



No hay nada más difícil de escribir que la buena poesía: controlar los rigores de ritmo y metro, encontrar o inventar la palabra certera para completar una estrofa, describir la belleza o el horror en un minúsculo número de palabras…

Pero cuando la pluma que ha transitado las sendas de la poesía se adentra en formatos de mayor extensión, menos exigentes, como cuento, ensayo o novela, los resultados pueden ser majestuosos. Recordemos toda la obra no poética de Borges, o la rabiosamente veloz El arco y la lira, de Octavio Paz, como ejemplos inmediatos de lo que un gran poeta es capaz de hacer fuera de su territorio.

Valente escribe poesía; es imposible no percibirlo en toda su prosa, en cada una de las delicadas frases de esta novela.

Deathless es un hermoso y triste relato: basado en el folklore ruso, rescata personajes populares de mitos y viejas leyendas y los dota de alma y de una historia coherente en forma de cuento de hadas (fairy tale).

Marya Morevna, la niña que vio el tejido mágico del mundo, espera, como sucedió con cada una de sus tres hermanas, que un pájaro se transforme ante sus ojos en un apuesto caballero y la lleve lejos de la inhóspita San Petersburgo. No sospecha entonces que su galán será Kolschei, el Zar de la Vida, que arrancó y ocultó su propia muerte para ser un inmortal, un deathless

Quien haya leído a Michael Ende más allá de La historia interminable recogerá con cariño vestigios suyos en los primeros capítulos de esta novela; de Gaiman se reparten trazas  a lo largo de todo el libro.

Deathless no es una novela perfecta. Los personajes secundarios tienden a ser tenues excusas de guiñol para contar la historia de Marya Morevna en lugar de actores de la misma tragedia. Hay altibajos en la narración, con ritmo poco fluido en ocasiones. Hay… hay más defectos.

Pero, creedme.

No importan.

Porque hay episodios en Deathless tan grandes, imágenes tan poderosas, que son simplemente inolvidables; hay personajes que se vuelven memorables en la primera aparición; hay tantísima hermosura en este libro que me dolió coger otro al terminarlo, sabiendo que se iba a ver perjudicado comparativamente.

La historia de Marya Morevna, el inmortal Kolschei y los otros seis Zares (de la noche, del agua, de los pájaros, etc.), ambientada en la durísima San Petersburgo de la Segunda Guerra Mundial, es el mejor libro inesperado que he leído este año (ha habido otros mejores, pero de ellos ya sabía que eran excelentes). Y disfruté cada página admirado y maravillado, temeroso de que llegara el fin…

Hay pocas mujeres que escriban ciencia ficción y fantasía. Menos aún que adquieran renombre. Las que vienen a la memoria son ancianas. Hace falta nueva savia femenina en el género.

Por suerte, Catherynne M. Valente tiene poco más de 30 años. Por suerte escribe ciencia ficción y fantasía como lo harían los propios ángeles.

Por suerte, esto no es más que el comienzo.

Valente ha de seguir creciendo. Sé que es prematuro. Pero permitidme si, desde ya, antes de que lo hagan otros, le otorgo un descomunal apartado entre mis escritores favoritos y la llamo aquí, en privado y entre amigos, lleno de veneración y respeto, La Reina.

Nota final: 8,5


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