Jan
24
2012

Reseña de The Postmortal, de Drew Magary



Hay pocas cosas mejores que empezar una novela sin expectativas y terminarla habiendo encontrado una excelente lectura. The Postmortal es un buen ejemplo de esta clase de hallazgos.

Drew Magary, articulista de NBC, Maxim y Deadspin entre otras, nos presenta en su primera novela un relato escalofriante y creíble sobre lo que ocurriría si el hombre alcanzara su mayor anhelo: la inmortalidad.

A principios del siglo XXI, un genetista descubre accidentalmente el gen que provoca el envejecimiento. No tardan en proliferar vacunas ilegales que modifican el ADN y “congelan” la edad.  Los que las emplean puede seguir muriendo, desde luego, pero nunca más por medios naturales.

Los primeros postmortales no tardan en aparecer, así como los primeros opositores a “la cura”. La iglesia amenaza con la excomunión de aquellos que la tomen o la suministren pero, ¿qué puede ofrecer ya la religión, si el hombre tiene aquí la vida eterna?

The Postmortal, de Drew Magary

La novela se organiza en capítulos bastante breves que son los apuntes personales, notas de prensa, entrevistas de distintos personajes, discursos y debates, etc. que ha recopilado a lo largo de los años John Farrell, uno de los primeros hombres en conseguir la cura y el protagonista del libro.

Llamar a The Postmortal una novela es quizá confundir al lector. Hay una trama central, sí, pero tan tenue que resulta irrelevante. Éste es uno de los puntos débiles del libro: la falta de un argumento que nos haga leer con intensidad.

Sin embargo, el debut literario de Drew Magary consigue algo que parece estar desterrado de muchas lecturas: hacernos pensar y replantearnos las cosas con seriedad y profundidad.

Si eres como yo, habrás fantaseado en infinidad de ocasiones con alcanzar la vida eterna y sobrevivir durante generaciones. Pero como los inmortales de Borges, los postmortales se encuentran con problemas y situaciones que no habían previsto y para los que la sociedad no está preparada. Tras apenas cien páginas del libro, cambié radicalmente mi criterio sobre lo que representaría verdaderamente ser inmortal y pasé a plantearme que quizá, por dura que siempre resulte, la muerte sea algo bueno.

No es poco mérito para un libro de ciencia ficción “ligera”.

Lo mejor:

  • El planteamiento de la mortalidad es muy interesante e incita a la reflexión.
  •  El desarrollo es lógico, progresivo y realista.

Lo peor:

  • Al carecer de una estructura argumental sólida, resulta tedioso en ocasiones.
  • La visión que plantea es completamente apocalíptica. No es una lectura para leer durante una depresión.

Nota: 8

 

PD. Ya se ha traducido la novela al español bajo el título de Eterna juventud. Puede comprarse a través de este enlace.


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