En este país, cualquiera con cierto interés por la literatura ha de conocer forzosamente «El lamento de Portnoy», el blog que regenta —desde 2004— Javier Avilés. A causa de su extrema discreción, seguramente muchos de sus lectores ignoren que Javier Avilés dedica parte de su energía narrativa a escribir cuentos y novelas. Es más: seguramente muchos de sus lectores ignoren hasta quién es Javier Avilés.

Así que recapitulemos: Javier Avilés (¿se te ha quedado ya grabado su nombre?) es un escritor de primer nivel cuyo blog es una referencia nacional, cuya novela «Constatación brutal del presente» ha sido elogiada ni más ni menos que por Enrique Vila-Matas, y cuyos relatos son una auténtica maravilla.

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La carretera no es una novela alegre. Por lo que sé, tampoco lo son las demás obras de Cormac McCarthy. Sin embargo, recomiendo su lectura a quien quiera asomarse a una de las cimas literarias de lo que llevamos de siglo.

Publicada en 2006 y ganadora del Pulitzer al año siguiente, La carretera es la novela más reciente de este perenne candidato al Nobel y fue encarnada en el cine por Viggo Mortensen.

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Mucha gente sabe la terrible dificultad que conlleva escribir un libro. Sin embargo, los chicos de Mental Floss van más allá y recopilan diez libros extremadamente complicados de escribir.

La lista va desde el meramente anecdótico “Gadsby“, de Ernest Vincent Wright, en el que el autor no emplea la letra “e”, hasta el cuento completo – con comienzo, mitad, y final – más breve de la historia. Lo escribió Hemingway (Se venden. Zapatos infantiles. Nunca usados.)

La lista continúa con el críptico “Finnegans Wake” que James Joyce, ya ciego, dicto a su amigo Samuel Beckett, y con otros siete conmovedores ejemplos de la voluntad que mueve a los escritores.

Lectura recomendada para inspirar a todos aquellos candidatos a escritor, y para los lectores que adoren las curiosidades. ¿No es eso último redundante?