The Sandman, de Neil Gaiman
Hay muchos lectores que jamás se han planteado leer un cómic. Los cómics, dicen, son para niños, son para adolescentes, son simples, no son para intelectuales. Son, en definitiva, material menor.
Por culpa de esos prejuicios, hay miles de tesoros que están dejando pasar. The Sandman es uno de ellos.
En el mundo anglosajón, The Sandman (el hombre de arena) es el personaje que, por la noche, trae a los niños dulces sueños soplándoles arena mágica en los ojos.
En la novela gráfica, Neil Gaiman emplea el nombre y el concepto, pero el protagonista es Sueño, también conocido como Morfeo, Rey de los Sueños y otra multitud de nombres relativos siempre al mismo arquetipo: aquel que controla nuestros sueños.
La historia comienza cuando Sueño es capturado por error mediante un ritual destinado a invocar a la Muerte. Es retenido durante 70 años y cuando logra escapar, el reino de los sueños ha sido devastado por su ausencia. Debe encargarse de recomponerlo y de recuperar las tres piezas que la orden le robó al capturarlo y en las que ha depositado todo su poder…
No se trata de una historia lineal, ni de un caramelo infantil en forma de viñetas: se trata de un relato adulto, duro, con escenas de horror y violencia, con realismo, con sufrimiento y venganza, piedad y compasión. No todo acaba bien, ni tampoco todo acaba mal. Como en la vida misma, hay cosas que no querremos ver y que nos removeran las entrañas. Es algo que sólo consiguen las obras maestras.
The Sandman es una de las referencias del formato de las novelas gráficas: ha sido el único cómic en la historia en ganar el World Fantasy Award, y uno de los pocos en colarse en las listas de más vendidos del New York Times. Su autor, Neil Gaiman, ha ganado prácticamente todo lo que un autor de fantasía puede ganar: premios Hugo, Nebula, Bram Stoker, etc.
The Sandman ha traído al universo de las novelas gráficas a lectores que no han leído otro cómic en su vida. No es extraño. Se trata de un cómic muy intelectual, con cientos de referencias a otros obras, otros escritores, mitos, etc. Por ejemplo, mi adorado G.K. Chesterton aparece como un personaje que ha huido del mundo del sueño y al que persigue Sueño. O el psiquiátrico de Arkham, que reconocerá cualquier lector de Lovecraft. O las tres parcas, Caín y Abel, las Puertas de Cuerno y Marfil de la Odisea, el joven escritor sin talento William Shakespeare con el que Sueño hace un trato… la lista es interminable, y enriquece la obra.
En Estados Unidos, donde se publicó originalmente como un serie de cómics, se concluyó la serie con 75 números. Posteriormente, se compilaron y se realizó una edición de tapa dura que tenía 10 volúmenes.
La edición que está a la venta en La Casa del Libro y FNAC, publicada por Planeta DeAgostini, condensa The Sandman en 7 volúmenes, lujosamente encuadernados y con cinta punto de lectura. El primer volumen, titulado “Sueño”, contiene los 16 primeros números y un suplemento de contenidos adicionales (bocetos, entrevistas, etc.) que son un delicioso postre para terminar la lectura de esta maravilla en forma de cómic.
Una última curiosidad: las portadas de todos los números fueron realizadas por un único artista: Dave McKean. Utilizó para ellas una combinación de diferentes técnicas (pintura, fotografía, collage, dibujo a lápiz, etc.) A diferencia de la mayoría de cómics, las portadas de The Sandman no muestran normalmente a los protagonistas, sino que son imágenes oníricas y surreales que han pasado a formar parte del mito de The Sandman.
Lo mejor:
- Es una obra maestra. ¿Hay más que decir?
- Es una obra completa y finalizada. Siempre es una garantía saber que podremos terminar de leer la historia.
Lo peor:
- El precio de la colección completa (por encima de 200€, aunque hay material para muchas horas de lectura).
Nota final: 9/10
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