Jul
16
2012

Cadena de memes



(El meme que encontrarán a continuación está fuertemente inspirado en éste, encontrado en el blog Strange Chemistry)

 Hola, soy un meme. No soy un meme para memos ni una memez de meme. Soy, damas, caballeros e intersexos varios, un meme de libros y llego desde las insondables profundidades donde se produce la intersección entre la biblioteca borgiana, el subconsciente humano y la tecnología de la información. Busco lectores que hayan leído, al menos, diez libros para que me ayuden a extender mi influencia a lo largo de vuestras conciencias. Dicen los memes de videojuegos que estoy condenado, que no puedo encontrar un sustrato de lectores que no existe y que pueden contarse con los dedos de media mano los que han leído tal número de libros y cuentan, encima, con materia gris sobrante para recordarlos.

 No seas memo y extiende este meme.

 Ahí voy:

1. Un libro que cambió mi vida

Ficciones, de Borges

Hay un antes y un después en mi vida tras leer este libro, mi primer Borges. Lo devoré con ansia pero sin pretensiones, en apenas una tarde. Me gustó. Al principio no le di mayor importancia, pero no se me iba de la cabeza. Me recuerdo evocando imágenes, frases, palabras, hasta que tuve que releerlo pasados pocos días. Sí, allí estaba Borges. Y vino a quedarse para siempre conmigo.

 

 

2. Un libro que tuve que leer más de una vez

La historia interminable, de Michael Ende

Tengo la impresión de que el hombre es un ser circular. De ancianos retornamos a la condición del recién nacido: sin verbo, sin control de nuestro cuerpo, … Sospecho que con las relecturas sucede algo parecido: releemos más cuando somos muy jóvenes y cuando, ya viejos, no tenemos interés en amasar más lecturas sino en rememorar las que nos han acompañado durante el camino. Hace años que no releo, pero no olvido las múltiples veces que disfruté con La historia interminable. A quien sólo la conozca por la película le sorprenderá descubrir que ésta no es más que la mitad del libro. Es el mejor libro juvenil que conozco y confieso que espero con impaciencia que mis hijas crezcan lo suficiente para poder regalarles la edición bicolor de las aventuras de Bastian.

 

 

3. Un libro que me llevaría a una isla desierta

Ulises, de James Joyce

A una isla desierta se entiende que uno va a morir. Que no se volverá a ver jamás a nadie y que el libro que acarree en el naufragio debe durarle para siempre. Ulises es inmortal y eterno. Puedes haber consumido todas sus páginas en orden y no haberlo agotado en absoluto. Puedes escoger cualquier párrafo al azar y extraer más de él que de todos los libros de autoayuda juntos. Puedes sentir en cada frase cómo rompe los moldes de la literatura porque es más grande que ella.

¿Qué mejor compañía en el silencio que toda la música del Hombre?

 

 

4. Un libro que me hizo reír

Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, de Woody Allen

Si no fuera tan buen cineasta, Woody Allen sería conocido por sus libros. En esta recopilación de textos breves se muestra tan sarcástico y inteligente como en la mejor de sus películas, reventando desde dentro la Cultura, con “c” mayúscula. Divertidísimo, pero no para todos los públicos.

 

 

5. Un libro que me hizo llorar

Flores para Algernon, Daniel Keyes

No es fácil que llore leyendo un libro. Quizá porque evito las historias tristes o quizá porque los autores que suelo frecuentar no son dados a este tipo de sensibilidad, lo cierto es que recuerdo pocos libros en los que haya tenido que parar a secarme las lágrimas antes de continuar leyendo. De entre ellos destaca Flores para Algernon, una de los textos más emotivos que ha dado la ciencia ficción y que recomiendo a los no aficionados al género siempre que puedo. No conozco a nadie a quien haya decepcionado.

 

 

6. Un libro que me hubiera gustado escribir

Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute

Puede ser la envidia — tan española — que no nos permite agachar la cabeza ante los genios cuando los tenemos al lado, cuando son cercanos, o puede ser que lleve en su propio título una condena, pero apenas he leído comentarios elogiosos sobre esta soberbia novela. Incluso los aficionados al género fantástico suelen desconocerla. Está, quizá, olvidada.

Esta condición de novela magistral y maldita de la que quizá sea la mejor escritora viva en español (y por muchos años) me la hace todavía más cercana.

Si algún día publico un libro que se acerque a éste en calidad, por favor, no me despertéis: dejadme que siga soñando.

 

 

7. Un libro que aborrezco

Zombie Island, de David Wellington

Muchos libros se disputan el dudoso honor de ser el peor que he leído. Entre otros motivos, porque cuando un libro es malo, suelo abandonarlo antes de perder más el tiempo. Por no tener otro a mano o por ver si realmente era cierto que algo tan patético había superado todos los filtros editoriales, sufrí esta novela hasta el final. Siempre he sido reacio a las historias de zombies (y más con su reciente boom); este aborto terminó de alejarme del género. No perdáis el tiempo con él. Ni por curiosidad. Hay tormentos de la Inquisición que puedes practicarte en casa y que te serán mucho más provechosos que esta aberración de lectura.

 

 

8. Un libro que me decepcionó

El ojo del mundo (La rueda del tiempo I), de Robert Jordan

Una de las sagas de fantasía más populares del mundo no podía decepcionar a un aficionado como yo. Por la posición que ocupa este libro en el meme, ya sabéis que no fue así. Cientos de páginas de literatura barata que despiertan en el incauto lector menos interés que los anuncios en mitad de una película grabada. Compré de una vez los dos primeros volúmenes de la saga para ahorrar gastos de envío y jamás he estado tentado de abrir el segundo.

 

 

9. Un libro que estoy leyendo ahora

El arco iris de la gravedad, de Thomas Pynchon

No es cierto que lo esté leyendo ahora, pues ando en interregno mientras termino algunas reseñas para el verano y preparo las vacaciones, pero será el próximo al que meta mano. La obra maestra de uno de los escritores más importantes (y enigmáticos) del siglo XX será mi primera lectura de verano.

 

 

10. Un libro que pretendo leer

Palimpsest, de Catherynne M. Valente

Con casi todos los escritores se construye un vínculo paciente a lo largo del tiempo, que se intensifica y refuerza cuando más nos adentramos en su literatura. Con otros (muy pocos) se instaura en cambio una vigorosa relación desde el comienzo, un amor pasional y desmesurado a primera vista. Que yo recuerde, antes de Valente sólo me había ocurrido con otros dos escritores: William Faulkner y Roger Zelanzy. De Faulkner sabéis que beso por donde ha pisado, y Zelazny es mi autor favorito de fantasía.

Valente está escalando puestos rápidamente para situarse junto a ambos.

 

Los otros insensatos que han comenzando esta cadena de memes están enlazados a continuación:

Miquel Codony (@qdony) en La biblioteca de Ilium

Elías Combarro (@odo) en Sentido de la Maravilla

Josep María Oriol (@jm_oriol) en el Blog de los VerdHugos

Jorge Bouza (@jorgebouza) en Word of Void

Emilio Capitel (@kpitel) en Capitel

Saya en Palabras de Saya

RhapshodyRed en RhapshodyRed

CienciaKanija en CienciaKanija

Damián Lima en Ciencia Limada

Entomoblog en Entomoblog

Carles en Fuera de Órbita

Mamisepa en Los que vamos contra corriente


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