El enfado de los compradores ante los elevados precios de algunos ebooks fue noticia hace unos días. La edición digital de varias novelas igualaba o incluso superaba en precio a sus correspondientes ediciones de tapa dura. La forma de protesta: votar estos libros en las webs de venta (Amazon.com, por ejemplo) con la puntuación más baja posible para dañar su valoración global y disuadir a los compradores potenciales.

También está siendo muy comentada la estrategia que algunos escritores están siguiendo a la hora de poner precio a sus trabajos, y que tiene su origen en la App Store de Apple: se etiqueta el libro electrónico con un precio muy bajo (0.99€ por ejemplo), incitando la compra y escalando puestos en la lista de los libros más vendidos. Una vez se ha subido suficiente en dicho ranking y se ha ganado visibilidad, se modifica el precio a uno más alto para recaudar beneficios. El mayor precio causa a su vez un descenso en el número de ventas. Y se repite de nuevo el mismo ciclo: precio bajo, aumento de ventas y posición, precio alto, aumento de recaudación y descenso, etc.

Pero más allá de las noticias concretas, queda la pregunta que ahora está tratando de resolver el mercado y todos sus actores: ¿cuánto debe valer un ebook?

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La nueva idea de Amazon está inspirada en el mercado discográfico. En muchas ocasiones, no queremos pagar por un disco completo, sino sólo por una canción, un “single”.  ¿Puede reproducirse este modelo para el mercado del libro? Amazon cree que sí.

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Quince bibliotecas españolas dispondrán de un servicio de préstamo de libros electrónicos y sus correspondientes dispositivos de lectura.

El Ministerio de Cultura informa que con esta iniciativa “promueve y garantiza el acceso de los ciudadanos a la lectura y a la cultura, independientemente del soporte en el que se encuentren.”

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Para quien no la conozca, Libranda es la mayor plataforma de distribución y difusión de libros electrónicos en lengua española. Aquí os dejo un enlace que proporciona la plataforma Libranda para explicar cómo comprar un libro electrónico.

Te recomiendo que veas el vídeo con detenimiento (al pulsar el enlace, se abre una nueva ventana del navegador), y luego vuelvas para continuar leyendo esta entrada: (más…)

Se sabía que Amazon iba a implantar una forma de préstamo de libros digitales hace tiempo, pero no la ha puesta en marcha hasta este año.

Las instrucciones detalladas (en inglés) se encuentran en la página de Amazon.

El sistema es sencillo: se elige a la persona a la que se quiere prestar el libro y se le envía desde la página de Amazon. El receptor no necesita un Kindle, sólo un software gratuito de lectura que proporciona Amazon.

Por su parte, el prestador no dispone del libro durante los 14 días que dura por defecto el préstamo. Finalizado el plazo, el libro vuelve automáticamente a estar disponible para el dueño y le desaparece a la persona a la que se le había prestado.

Es un préstamo real. El libro “desaparece” de tu biblioteca digital, y “aparece” en la del receptor del préstamo. No hay dos copias en ningún momento.

Presta este libro, en Amazon

Ventajas:

• Es una solución a un problema que existe con todo el contenido digital, no sólo con los libros. Puede por tanto hacerse extensible a otros formatos (música, películas, series, etc.)

• Puedes prestar el libro a cualquier amigo, incluso si no tiene un Kindle. Amazon proporciona “programas Kindle” para múltiples plataformas. Por ejemplo, puedes instalar en tu PC, en tu iPhone o en un teléfono con Android la aplicación Kindle, y podrás leer los libros que te presten (o que compres).
• Al terminar las dos semanas de préstamo, el libro vuelve a ti automáticamente. No más libros prestados que jamás vuelves a recuperar.

Inconvenientes:

• No todos los libros digitales pueden ser prestados. Sólo los que haya autorizado la editorial que lo publica. Es decir, es la editorial quien decide si puedes o no prestar un libro que has adquirido. Esto no es tolerable y es el principal fallo del sistema.
• Amazon tiene que interferir en los dispositivos del emisor y el receptor del préstamo para quitar y poner el libro. Aun con permiso, este punto puede causar suspicacia. En este mismo blog comentábamos hace unas semanas casos de libros “desaparecidos” por culpa de Amazon.
• El sistema de préstamo, por el momento, sólo funciona en Estados Unidos.

Pese a que la solución de Amazon no es perfecta, representa un paso en la dirección correcta. Es una buena noticia que alguien esté pensando más allá del simplismo que manifiestan los políticos por nuestras tierras: hay que dar soluciones digitales a problemas digitales.

Y tú, lector, ¿qué opinas? ¿Te parece buena la solución de Amazon? ¿Cómo la mejorarías?